domingo, 19 de enero de 2014

Preguntas

Cuándo es que ya no se espera más nada?
Cómo vivir sin recordar el pasado?
Qué es eso que de sólo pensarlo te hace estremecer?
Quién dijo que todo está perdido?
Por quá a veces la vida es tan injusta?
Dónde quedaron aquéllas palabras, aquéllos sentimientos, aquéllas miradas?
Cómo hago para expresarte todo lo que pienso, lo que siento, lo que soy?
De qué modo es el mejor modo?
Alguna vez moviste todas las piezas, sacudiste tus ideas, te atreviste a cambiar?
Qué estás esperando?
Cuándo es el mejor momento?
Por qué lo bueno es tan efímero?
Por qué estoy preguntándome esto?
Cuán grave tiene que ser algo para que entiendas que debes seguir adelante pase lo que pase?
Acaso te colocaste en un pedestal, en el fondo de la tierra, en los más recóndito del universo solo para escaparte por un momento de esta realidad?
Acaso has visto mi mirada? Es necesario que tenga que expresarme siempre con vanas palabras que luego se esfuman como una ola contra una roca?
Acaso la vida es un montón de preguntas sin responder?
Acaso la vida es vida? y simplemente deba dejar de preguntar..?



Morir para vivir



Anteriormente tenía un blog, en el cual escribía a menudo. El mismo me permitía llevar a cabo una de las actividades que más placer me dan: la escritura. Lo que sucedió es que decidí cerrarlo, ya que simbólicamente significaba cerrar etapas. Lo hago constantemente. La vida es un perpetuo fluir de ciclos y etapas. Yo muero cada tanto, y cada tanto también vuelvo a nacer, surjo con más fuerza, más sabiduría, más experiencia.
Por lo tanto, y luego de haber cerrado un ciclo, empiezo uno nuevo. Y con este, abro un nuevo blog. Empieza un año nuevo, en el cual tengo muchas expectativas. Porque la vida también se trata de eso, de las motivaciones, de aquello que nos mueve como motor hacia nuestras metas. Es menester, por tanto morir. Te aseguro que necesitás morir. Así, cuando un día te despertás, te sentís limpio, liviano, relajado. De este modo, podés arrancar mejor.
Por tanto morí, para resurgí. Que este año sea un constante vivir, para luego matar lo que nos impide avanzar hacia ella, la vida.

A callarse

Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.
Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.
Seria un minuto fragante,
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en una inquietud instantánea.
Los pescadores del mar frío
no harían daño a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.
Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.
No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es solo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.
Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,
este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñe
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.
Ahora contare hasta doce
y tú te callas y me voy.
 
Pablo Neruda