sábado, 8 de febrero de 2014

La letra minúscula; la letra mayúscula...



La letra minúscula y la letra mayúscula son de capital importancia dentro del mundo de la ortografía. No es lo mismo decir “el señor”, que decir “El Señor”; no es lo mismo escribir “argentina” que “Argentina”; ni tampoco es lo mismo escribir “pablo” que “Pablo”.
El tema de la mayúscula es más importante aún, si lo trasladamos a la vida diaria y ordinaria. Los chicos salen con muchas chicas, hasta que llega “La Chica”, esa por la cual suspiran, esa que eligen para compartir sus buenos y malos momentos. Todos vamos pasando por distintos trabajos, hasta que llega uno que es “El Trabajo”; etc, etc.
Pero lo que más me interesa es el hecho de que vamos pasando nuestra Vida, como si fuera simplemente vida. Permítanme explicarme. Recortemos nuestra Realidad a una realidad de un día solo en nuestra vida. Limítense a prestar atención acerca de aquello que creen, que piensan; aquello por lo cual viven amargados y preocupados; véanse desde lejos y analicen las 24 horas de un día común que ¿se vive? Por vivir con minúscula.
En efecto, la Vida con mayúscula es dejada de lado. La inmensa cantidad de sueños que nos albergan dentro, el amor, el pensamiento hondo que nos permite profundizar acerca de temas harto importantes para el ser humano, la admiración hacia la Naturaleza, hacia la Inmensidad del Universo es relegado…Vivimos una vida llena de apuros, de trámites, de insultos, de ira.
Vivimos lamentablemente porque respiramos, y sólo por eso. No Vivimos. No intentamos ver más allá de lo que ven nuestros ojos, de lo que tocan nuestras manos. Creemos que vivimos, pero es una falsa creencia.
Para llegar a Vivir es menester vivir. Esto es, antes que nada el ser humano debe tener sus necesidades básicas satisfechas: debe comer, vestirse, vivir en un hogar medianamente digno; etc, ya que de lo contrario, es imposible pensar. Con hambre no se puede pensar, es duro, pero es así. Yo no puedo pedir semejante cosa a quienes luchan a diario para conseguir un pan para sus hijos, porque me mandaría adonde todos sabemos.
Luego de tener las necesidades básicas cubiertas, se debe tener otro tipo de hambre. Ese hambre que hace que nos movamos, que nos levantemos; necesitamos una razón, un motivo. Necesitamos hambre espiritual, emocional, psicológico. Porque… ¿Qué se puede esperar de personas que no tienen ni la menor intención de salir de su cómodas burbujas? Se las puede interpelar, pero no obligar; esto debe salir desde muy dentro. Que se entienda que acá no hay discriminación de razas, de religión, de clases, de género, de nada. Quiero que se comprenda que la Vida solo puede ser Vivida por aquéllos que quieren ir más allá de la vida…
Quien sigue mi pensamiento y quien concuerde, claro, puede coincidir también conmigo en el hecho de que esto es muy complicado. Veamos un ejemplo, levante la mano quién de ustedes fue despedido alguna vez de algún trabajo? Bueno, yo levanto la mano… Cuando me despidieron yo al principio estaba mal (la vida con minúsculas a veces suele pegarte) pero luego comprendí que yo no soy mi trabajo. Yo soy yo, no dejo de tener aptitudes, no dejo de tener voluntad, no dejo de ser fuerte; No dejo de ser yo. El maldito sistema en el cual vivimos nos hace creer que si no estamos cómodos en una oficina y si no somos como la imagen que nos pretenden hacer tragar desde que tengo uso de razón, no somos nada. Cuando me levanto y comprendo que la Vida quiere que yo aprenda distintas lecciones, sigo en Camino, lo sigo porque quiero aprender de la vida para vivir una VIDA.
Ya me golpeó muy duro la vida, la gente también; pero yo no me detengo…No te detengas, no caigas, porque la vida a veces suele ser muy dura, pero al fin y al cabo la VIDA te tiene preparado lo mejor…Creéme.

domingo, 19 de enero de 2014

Preguntas

Cuándo es que ya no se espera más nada?
Cómo vivir sin recordar el pasado?
Qué es eso que de sólo pensarlo te hace estremecer?
Quién dijo que todo está perdido?
Por quá a veces la vida es tan injusta?
Dónde quedaron aquéllas palabras, aquéllos sentimientos, aquéllas miradas?
Cómo hago para expresarte todo lo que pienso, lo que siento, lo que soy?
De qué modo es el mejor modo?
Alguna vez moviste todas las piezas, sacudiste tus ideas, te atreviste a cambiar?
Qué estás esperando?
Cuándo es el mejor momento?
Por qué lo bueno es tan efímero?
Por qué estoy preguntándome esto?
Cuán grave tiene que ser algo para que entiendas que debes seguir adelante pase lo que pase?
Acaso te colocaste en un pedestal, en el fondo de la tierra, en los más recóndito del universo solo para escaparte por un momento de esta realidad?
Acaso has visto mi mirada? Es necesario que tenga que expresarme siempre con vanas palabras que luego se esfuman como una ola contra una roca?
Acaso la vida es un montón de preguntas sin responder?
Acaso la vida es vida? y simplemente deba dejar de preguntar..?



Morir para vivir



Anteriormente tenía un blog, en el cual escribía a menudo. El mismo me permitía llevar a cabo una de las actividades que más placer me dan: la escritura. Lo que sucedió es que decidí cerrarlo, ya que simbólicamente significaba cerrar etapas. Lo hago constantemente. La vida es un perpetuo fluir de ciclos y etapas. Yo muero cada tanto, y cada tanto también vuelvo a nacer, surjo con más fuerza, más sabiduría, más experiencia.
Por lo tanto, y luego de haber cerrado un ciclo, empiezo uno nuevo. Y con este, abro un nuevo blog. Empieza un año nuevo, en el cual tengo muchas expectativas. Porque la vida también se trata de eso, de las motivaciones, de aquello que nos mueve como motor hacia nuestras metas. Es menester, por tanto morir. Te aseguro que necesitás morir. Así, cuando un día te despertás, te sentís limpio, liviano, relajado. De este modo, podés arrancar mejor.
Por tanto morí, para resurgí. Que este año sea un constante vivir, para luego matar lo que nos impide avanzar hacia ella, la vida.

A callarse

Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.
Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.
Seria un minuto fragante,
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en una inquietud instantánea.
Los pescadores del mar frío
no harían daño a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.
Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.
No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es solo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.
Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,
este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñe
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.
Ahora contare hasta doce
y tú te callas y me voy.
 
Pablo Neruda